Los objetivos, esa declaración de lo que se espera lograr, son imprescindibles tanto para las personas como para las organizaciones y con los objetivos SMART se aterrizan las ideas, se priorizan por su relevancia, se seleccionan responsables y se fijan fechas. Al final, se obtienen objetivos bien definidos y con mayores probabilidades de éxito.
Establecer objetivos no es un proceso fácil, pero cuando están listos, aportan una referencia útil a partir del cual se identifican necesidades, se determinan estrategias, se monitorea el avance y se toman medidas correctivas.
No es lo mismo:
“Quiero desarrollarme como administrador lo antes posible” que:
“Quiero lograr desarrollarme como administrador en 2 años para mejorar mis conocimientos y mejorar mi posición dentro de la empresa”
¿Cómo puedes saber si vas por el camino correcto, si no verificaste las condiciones de la vía ni conoces por dónde y cómo vas?
Los objetivos SMART son efectivos pues permiten crear “metas específicas” que responden las 5 preguntas más importantes:
- Quién: ¿Quién o quiénes están involucrados?
- Qué: ¿Qué se quiere lograr?
- Dónde: ¿Dónde se va a lograr?
- Cuándo: ¿Cuándo se quiere lograr?
- Por qué: ¿Por qué se quiere lograr?
Hay varias formas de establecer objetivos y la metodología SMART, permite definirlos correctamente y medir el progreso.